• Comercio
  • 08/11/2018

La apreciación del euro lastra lacompetitividad precio de la economía española

Índice de Tendencia de Competitividad

En el tercer trimestre de 2018 empeoró ligeramente la competitividad de España frente a la UE-28

La apreciación interanual del euro en el tercer trimestre del año frenó la competitividad española, según el Índice de Tendencia de Competitividad (ITC) calculado con el Índice de Precios de Consumo.

En el tercer trimestre de 2018 empeoró ligeramente la competitividad de España frente a la UE-28 (el ITC subió un 0,4%), lo que confirma el cambio de tendencia iniciado el trimestre anterior. Esta pérdida de competitividad se debe  principalmente  a  la  apreciación  del  euro  frente  a  las  divisas  de aquellos países comunitarios que no pertenecen a la zona euro, unida a un leve incremento del índice de precios.

Frente a la OCDE, el ITC aumentó un 1,0% a pesar de la mejora de la competitividad española por una evolución de los precios en España más moderada que en la OCDE, que solo pudo compensar parcialmente la apreciación del euro frente a las principales monedas de esta zona.

En relación con los países BRICS, el ITC se incrementó un 3,5% interanual en el tercer trimestre. El deterioro de la competitividad-precio frente a esta zona se debió al aumento del tipo de cambio en un 4,1%, mientras que el índice de precios disminuyó un 0,6%.

En el segundo trimestre de 2018, el ITC medido con Índices de Valor Unitario (IVUs) empeoró frente al conjunto de la UE-28 (2,1%), debido principalmente al incremento del índice de precios relativos. Frente a los países de la OCDE, el ITC también muestra una pérdida de competitividad (4,3%), debido fundamentalmente a la apreciación del euro frente a la cesta de monedas de la zona.

 El ITC calculado con Costes Laborales Unitarios (CLUs) frente a la UE-28 se redujo un 1,2% en el segundo trimestre de 2018, consolidándose la tendencia de mejora de competitividad registrada los últimos trimestres. La causa fue el comportamiento del índice de costes laborales unitarios, que disminuyó un 1,5%, frente al índice de tipo de cambio que aumentó un 0,3%.