Hoy, 1 de mayo de 2024, ha entrado en vigor el Acuerdo de Libre Comercio entre la Unión Europea (UE) y Nueva Zelanda.

Se trata de un acuerdo moderno, amplio y profundo, por el que se obtienen mejoras en el acceso a los respectivos mercados de mercancías, servicios y contratación pública; se eliminan barreras técnicas al comercio; se facilitan los flujos bilaterales de inversión; permite una mayor protección de los derechos de propiedad intelectual, incluyendo la protección de las indicaciones geográficas de España y el resto de la UE; e incluye un capítulo específico para fomentar una mayor participación de las PYMEs en el comercio bilateral y su integración en las cadenas de valor. Además, es un acuerdo pionero en el reconocimiento y protección del desarrollo sostenible en el ámbito comercial.

Este Acuerdo constituye una importante oportunidad para las empresas exportadoras españolas y europeas, ya que, desde su primer año de aplicación, Nueva Zelanda eliminará todos sus aranceles a las mercancías procedentes de la UE, permitiendo un ahorro arancelario de alrededor de 140 millones de euros al año. Dados los elevados aranceles que Nueva Zelanda aplicaba hasta ahora, el acuerdo será particularmente beneficioso para ciertos sectores industriales muy relevantes de la economía española, tales como: automóviles y piezas de vehículos de motor; maquinaria; productos químicos; ropa; productos farmacéuticos; calzado; o textiles.

Los agricultores y las empresas alimentarias europeas también contarán con nuevas oportunidades de negocio en Nueva Zelanda, gracias a la eliminación total, a partir de la entrada en vigor del acuerdo, de los aranceles en sectores clave como la carne de porcino o el vino.

A su vez, el Acuerdo tiene en cuenta las particularidades de ciertos sectores agrícolas de especial sensibilidad para la UE, como el sector ovino, vacuno o lácteo, de forma que, para estos sectores, se ha otorgado un acceso limitado y controlado al mercado de la UE a través de contingentes arancelarios.

El sector agroalimentario de la UE se verá también beneficiado gracias a la protección de las Indicaciones Geográficas de vinos, bebidas espirituosas y productos agrícolas, lo cual es especialmente relevante para nuestro país al incluir la protección de denominaciones tan icónicas como Rioja, Ribera del Duero, Vinagre de Jerez, Queso Manchego o Pimentón de la Vera, entre otros.

Como ocurre con todos los acuerdos comerciales de la UE, el acuerdo con Nueva Zelanda no modificará los estándares europeos en materia de seguridad alimentaria. En este ámbito, las normas de la UE no son negociables.

Impulso a la inversión y mayor acceso a la contratación pública

El Acuerdo también permite la apertura del mercado neozelandés para la prestación de servicios y la liberalización de inversiones en sectores clave como los servicios financieros, comercio digital o telecomunicaciones. Ello se complementa con la facilitación de la movilidad temporal de los trabajadores para la prestación de dichos servicios. Al mismo tiempo, al igual que el resto de Acuerdos comerciales de la UE, se preserva el derecho de Nueva Zelanda y de la UE a regular para lograr objetivos de política pública.

Además, el Acuerdo mejora el acceso de las empresas de la UE a los contratos públicos de Nueva Zelanda, al permitirles participar en igualdad de condiciones que los proveedores locales.

Pionero en sostenibilidad

En el área del comercio y desarrollo sostenible, el acuerdo incluye compromisos vinculantes y exigibles con las normas laborales y ambientales internacionales, incluido el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático y los principios y derechos fundamentales en el trabajo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), además de incluir disposiciones sobre el comercio y la igualdad de género.

El acuerdo promueve la colaboración entre la UE y Nueva Zelanda en materia de economía circular, deforestación, fijación de precios del carbono y protección del medio marino y facilita el comercio y la inversión en productos, servicios y actividades manufactureras con bajas emisiones de carbono.

Se trata del primer acuerdo comercial de la UE que prevé la posibilidad de suspender temporalmente las preferencias comerciales otorgadas, como último recurso, en caso de violaciones graves de los principios y derechos fundamentales en el trabajo de la OIT y el Acuerdo de París sobre cambio climático.

Un socio comercial con gran potencial de crecimiento

En 2023, España exportó mercancías a Nueva Zelanda por valor de 288 millones de euros e importó mercancías por valor de 200 millones de euros. En cuanto al comercio de servicios, según la Balanza de Pagos del Banco de España, España exportó servicios a Nueva Zelanda por valor de 186 millones de euros en 2023, un 100% más que en 2022. Por su parte, España importó servicios de este país por valor de 46 millones de euros en 2023, un 33,3% menos que el año anterior.