El marco general de las relaciones bilaterales de la Unión Europea con Rusia queda recogido en el Acuerdo de Colaboración y Cooperación [PDF] [503.72 kB] UE-Rusia (PCA), de 1994, que entró en vigor en 1997, por 10 años, inicialmente, y que se ha ido renovando anualmente desde 2007. Uno de los principales objetivos del acuerdo es el fomento del comercio y la inversión, así como el desarrollo de relaciones económicas equilibradas entre la UE y Rusia. En el acuerdo, se fijan los principales objetivos comunes y se establece el marco institucional para los contactos bilaterales (incluidas las consultas periódicas en materia de derechos humanos y las cumbres presidenciales semestrales, que, actualmente, se encuentran paralizadas).
En 2003, la UE y Rusia acordaron reforzar su cooperación con la creación de cuatro “espacios comunes”, entre los que se encontraba un espacio económico. En mayo de 2008, se aprobó el mandato de negociación para un Nuevo Acuerdo Marco que incluyera compromisos jurídicamente vinculantes en ámbitos como el diálogo político, la justicia, la libertad, la seguridad, la cooperación económica, la investigación, la educación, la cultura, el comercio, la inversión y la energía. La parte comercial se habría basado en la normativa de la OMC. Sin embargo, las negociaciones se estancaron, en 2010, debido a la falta de progreso en la parte relativa al comercio e inversión.
En 2010 se presentó la “Asociación para la Modernización” y las negociaciones relativas a un acuerdo para la facilitación de visados concluyeron en 2011. Sin embargo, la intervención de Rusia en Crimea y la desestabilización de Ucrania llevaron a la suspensión de todas las negociaciones y los procesos en marcha, así como algunas de las actividades del PCA en vigor. En 2014, el Consejo Europeo paralizó la cooperación con Rusia (exceptuando la cooperación transfronteriza y los contactos interpersonales), así como la financiación de la UE en beneficio del país a través de instituciones financieras internacionales.
La UE puso en marcha un conjunto de sanciones, como forma de presión ante lo que considera una violación de la soberanía y la integridad territorial ucranianas. El BERD y el BEI suspendieron también la aprobación de nuevas operaciones en Rusia. Las sanciones que actualmente siguen en vigor [PDF] se aplican a sectores estratégicos (financiero, energético, defensa) e incluyen la prohibición de todo tipo de transacciones con Crimea.
Rusia es miembro de la OMC desde 2012. Por otra parte, en enero de 2015, entró en vigor la Unión Económica Euroasiática (UEEA), proyecto de integración económica basado en una unión aduanera entre Rusia, Bielorrusia y Kazajstán, al que se unieron, posteriormente, Armenia y Kirguistán. La aplicación de la normativa propia de la UEEA, unida a las dificultades de Rusia para cumplir con los compromisos adquiridos ante la OMC, arroja dudas sobre la posibilidad de lograr progresos en las áreas de comercio y la inversión internacional, y, en general, en la negociación de un nuevo acuerdo con la UE.
No obstante, Rusia y la UE siguen cooperando en el marco de los Acuerdos multilaterales y a través de contactos informales.
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