La relación comercial de la UE con Turquía se basa en el establecimiento de una unión aduanera entre ambos, en vigor desde el 31 de diciembre de 1995, que se construyó sobre la base del Acuerdo de Ankara de 1963 [PDF] y su Protocolo Adicional de 1970.
La unión aduanera entre la UE y Turquía supone la libre circulación de mercancías, la aplicación de un Arancel Externo Común, así como la alineación de la legislación turca con la normativa comunitaria en materia de regulación del mercado interior, principalmente, en lo relativo a estándares industriales. La unión aduanera abarca todos los bienes industriales, incluidos los alimentos procesados. Se exceptúan los productos siderúrgicos (carbón y acero) y los productos agrícolas, para los que existen determinadas concesiones recíprocas.
En 2016, la Comisión Europea propuso modernizar la unión aduanera y ampliar, aún más, las relaciones comerciales bilaterales a ámbitos como los servicios, la contratación pública y el desarrollo sostenible. Turquía ha manifestado interés por esta modernización, sin embargo, es necesario que se cumpla previamente con las disposiciones de la unión aduanera actual.