La OMC es la organización internacional que se ocupa de las normas que rigen el comercio entre los países, constituyendo la base del sistema multilateral de comercio. Se estableció el 1 de enero de 1995 como sucesora del Acuerdo General de Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT, por sus siglas en inglés), tras la conclusión de la Ronda Uruguay. Es una institución permanente, con sede en Ginebra. En la actualidad, la OMC cuenta con 164 miembros y 23 países –y 8 organizaciones internacionales intergubernamentales– con estatus de "observadores", que negocian su adhesión.
Los acuerdos de la OMC abarcan las reglas sobre el funcionamiento de la propia Organización; las normas sobre el comercio de mercancías (GATT), el comercio de servicios (GATS, por sus siglas en inglés), y los derechos de propiedad intelectual relacionados con el comercio (TRIPS, por sus siglas en inglés). Además, incluye acuerdos plurilaterales, que obligan sólo a las Partes firmantes, no a todos los miembros de la OMC, como el Acuerdo de Aeronaves Civiles y el Acuerdo de Contratación Pública (GPA, por sus siglas en inglés).
El máximo órgano de decisión de la OMC es la Conferencia Ministerial, compuesta por representantes de todos los Miembros, y se reúne, al menos, cada dos años, pudiendo adoptar decisiones sobre todos los asuntos comprendidos en el ámbito de cualquiera de los acuerdos comerciales multilaterales. La labor cotidiana de la OMC está a cargo del Consejo General, máxima autoridad entre las Conferencias, compuesto por los representantes de los miembros (generalmente, embajadores o funcionarios de rango equivalente). El Consejo General se reúne, además, bajo dos formas: el Órgano de Solución de Diferencias (OSD) y el Órgano de Examen de las Políticas Comerciales, aunque existen también otros Consejos y Comités. Las decisiones en la OMC se toman por consenso, si bien está prevista también la votación, (“cada país un voto”) en caso de imposibilidad de consenso. Nunca se ha recurrido a ella y existe el compromiso de que siga siendo así.
El OSD es el órgano jurisdiccional de la OMC. La solución de diferencias se plantea cuando el Gobierno de un miembro considera que el Gobierno de otro miembro está infringiendo un acuerdo o un compromiso que ha contraído en el marco de la OMC. Las decisiones del OSD son vinculantes y sólo pueden rechazarse por consenso de todos los Miembros. El proceso de resolución comienza ante un “grupo especial” y puede continuar ante el Órgano de Apelación (OA), si una de las partes decide apelar. Por su parte, el Mecanismo de Examen de las Políticas Comerciales permite valorar la observancia de las disciplinas establecidas en los acuerdos, y mejorar la transparencia y comprensión de las políticas y prácticas comerciales.
Se han celebrado once Conferencias Ministeriales, la última, en Buenos Aires (Argentina), la CM11, en diciembre de 2017, donde no se alcanzaron resultados sustanciales en los asuntos que se estaban negociando (agricultura, subvenciones a la pesca), ni se incluyó ninguno de los “nuevos temas” dentro de la agenda de la OMC (comercio electrónico, facilitación de inversiones). En su lugar, numerosos países suscribieron declaraciones sobre potenciales iniciativas plurilaterales sobre comercio electrónico, facilitación de las inversiones, reglamentación nacional de servicios y MPYMES. La próxima Conferencia Ministerial estaba prevista para junio de 2020, pero se ha retrasado debido a la irrupción de la crisis del COVID-19.
Desde 2017, la situación ha empeorado y, actualmente, la OMC atraviesa una grave crisis, debido a que se ha puesto de manifiesto la falta de adaptación de sus reglas y del sistema de solución de diferencias a los retos actuales del comercio internacional. Se consideran necesarias reglas comunes sobre política de competencia internacional, afrontar los retos del comercio electrónico y la economía digital, así como el cumplimiento estricto de los compromisos acordados por los miembros. A lo anterior, se ha unido, en 2019, el bloqueo del Órgano de Apelación por parte de EE. UU., que se ha negado a renovar los mandatos de sus miembros, lo cual supone en la práctica, el fin del marco multilateral basado en normas, al desaparecer el incentivo a cumplirlas e implica la imposibilidad de recurrir a la apelación o segunda instancia jurisdiccional de la OMC.
Por ello, diversos miembros de la OMC están tratando de impulsar el proceso de modernización de la Organización para hacer frente a la situación actual. El objetivo es preservar el sistema multilateral de comercio, con la OMC en su centro y un Órgano de Apelación independiente. Entre otras cuestiones, se considera que se debe revisar el proceso de toma de decisiones y la forma de integrar las iniciativas plurilaterales en el marco OMC, para dar mayor dinamismo a la organización.
España fue miembro del GATT desde 1963 y de la OMC desde su fundación. Además de su aportación anual ordinaria al presupuesto de la OMC, ha contribuido a la financiación de iniciativas promovidas por la OMC, generalmente, a través de fondos fiduciarios. La coordinación de los diferentes Ministerios, de cara a la Celebración de las conferencias ministeriales de la OMC, se realiza en la CIOMC (Conferencia Interministerial para la OMC, que preside el/la Secretario/a de Estado de Comercio).
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