La Secretaría de Estado de Comercio encargó un estudio que analizara en profundidad los posibles efectos del Brexit en la economía española. Para ello, los autores utilizaron un modelo de equilibrio general computable capaz de capturar los impactos directos e indirectos del Brexit sobre un amplio número de sectores productivos de bienes y servicios.
Ante el elevado nivel de incertidumbre sobre el acuerdo, se consideraron cuatro escenarios distintos. En todos ellos, el Brexit tendría consecuencias negativas para el PIB y el empleo en España, así como para el comercio y la inversión extranjera directa que la economía española emite y recibe. La salida del Reino Unido supondrá la aparición de trabas a los flujos tanto comerciales como de inversión directa, de mayor o menor intensidad según el escenario contemplado, y tendrá efectos negativos sobre las principales variables económicas.
La caída del PIB oscilaría entre el -0,64%, en el escenario más negativo de salida sin acuerdo, y el -0,32%, en un Brexit blando. El estudio destaca que el impacto del Brexit vendría explicado fundamentalmente por el aumento previsto de las barreras no arancelarias y de las barreras a la inversión directa, mientras que el efecto de las barreras arancelarias sería menor. Cabe señalar que los resultados a los que llega el estudio son consistentes con las estimaciones de otros estudios previos. La contracción que experimentaría la economía española sería similar a la del resto de la Unión Europea, pero, muy inferior a la que se produciría en el Reino Unido, que perdería su acceso preferente a un enorme mercado.
El estudio muestra que el impacto del Brexit sobre los distintos sectores de actividad sería heterogéneo y algunos sectores concretos sufrirían un shock más intenso. El análisis cuantifica el impacto sobre producción, exportaciones e importaciones de 22 sectores.
Al interpretar los resultados, es importante tener en cuenta que las cifras del estudio son una buena aproximación al impacto previsible, pero deben ser tomadas con cautela, especialmente al nivel más desagregado, ya que todo modelo se apoya en supuestos que simplifican notablemente la realidad económica.
Las estimaciones de este estudio se realizaron en febrero de 2020, antes de que se conociera el elevado impacto económico de la COVID-19. Sus resultados continúan, en general, siendo válidos, pero perderían validez si la actual crisis provoca cambios significativos y duraderos en nuestra estructura económica y nuestros flujos comerciales y de inversión.
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